martes, 5 de marzo de 2013

5 de marzo, Día Mundial de la Eficiencia Energética

El Día Mundial de la Eficiencia Energética se celebra todos los años el 5 de Marzo. Esta es una fecha propicia para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía, y actuar en consecuencia. 




El concepto “eficiencia energética” se refiere básicamente a hacer un buen uso de la energía para intentar de frenar el cambio climático. A ello contribuye el desarrollo de energías renovables y la utilización de transportes menos agresivos con el medio ambiente.

Los inicios de esta celebración se remontan al 05 de marzo del 1998, cuando en Austria se da inicio a la Primera Conferencia Internacional de Eficiencia Energética, donde participaron más de 350 expertos en diferentes áreas como ingeniería, climatología y ambientalistas, por destacar algunos, en compañía de líderes mundiales, para atender las emergencias climáticas que afectan a los seres humanos que habitamos en el planeta.

En tal sentido, esta fecha marca un antes y después en la historia contemporánea del mundo, al destacar el papel protagónico de proteger el medio ambiente como única forma de obtener las diferentes formas de energías necesarias para el desarrollo humano.

Hacer uso racional de la energía no significa prescindir del confort del que disfrutamos en la actualidad sino en usar y producir nuestra energía mucho más eficientemente y aumentar el uso de energías renovables.

La eficiencia energética supone la obtención de los mismos bienes y servicios energéticos, pero con menos recursos, sin renunciar a la calidad de vida, con menos contaminación, a un precio inferior al actual, alargando la vida de dichos recursos. Para conseguir esta eficiencia energética, es necesario apostar por la mejora de los procesos, la cogeneración, el reciclaje y la reorientación de la producción hacia productos menos contaminantes.

Para aumentar la eficiencia según diversas organizaciones sería necesario además, que los precios energéticos reflejen todos sus costes, lo que no sucede en la actualidad y la implantación de ecotasas, cuya recaudación se destine a mejorar la eficiencia y el empleo de energías renovables así como la imposición de un etiquetado energético obligatorio de los aparatos eléctricos.

Vía Azul Ambientalistas



En 2050 necesitaremos 27 planetas Tierra para pagar el costo ambiental

Es prioritario alertar a la opinión pública local y mundial en relación con el creciente deterioro-degradación de los recursos naturales porque son la base de sustentación de la vida humana en el planeta Tierra. 


En efecto, los grandes problemas de la humanidad en el presente siglo son: el aumento poblacional, el consumo desmedido, el uso ineficiente de los recursos naturales y la pérdida de la biodiversidad. Si no se encaran estos problemas, la humanidad llegará a los 10.000 millones de personas en 2050 y necesitará el equivalente a 27 planetas Tierra para pagar el costo ambiental de esta desorbitante demanda de recursos naturales, según lo destaca un amplio reportaje publicado en el portal de Enfoques365.net
 
El uso ineficiente de los recursos naturales y la pérdida de biodiversidad ha sido ampliamente documentada por los científicos del Centro de Información Internacional de Suelos de Referencia (ISRIC, por sus siglas en inglés) quienes determinaron que en los países en desarrollo la capa arable de los suelos se ha venido perdiendo por el efecto combinado de la erosión y la desertificación, procesos que se han intensificado en los últimos veinte años a consecuencia del mal uso de las tierras a tal extremo que se ha medido que la superficie perdida o degradada es casi igual al tamaño de Estados Unidos y Canadá juntos, es decir un área equivalente a 20 millones de kilómetros cuadrados, afectando en forma directa el bienestar de más de 300 millones de personas.

De esta forma, los países subdesarrollados enfrentan una creciente degradación de los suelos, ocupación de espacios agrícolas por otros usos, disminución de los incrementos de rendimiento de los principales cultivos en los últimos 10 años y crecimiento poblacional acelerado en los países más pobres.
 
La pérdida de biodiversidad y sus consecuencias para el bienestar de la humanidad son una gran preocupación y ha motivado diversas organizaciones internacionales para expandir el uso de áreas protegidas para solucionar este problema, principalmente en la Amazonía brasilera porque sobre este ecosistema se cierne la amenaza masiva y potencial del cambio climático.
 
Ciertamente, si las temperaturas siguen subiendo en la región todo el sistema forestal amazónico alcanzará una condición de estado de equilibrio (termodinámico) a partir del cual la totalidad del bosque se convertirá en inflamable y se comenzarán a manifestar incendios forestales masivos, fuera control. De hecho, ya esta condición explosiva es bien sabida desde hace tiempo, toda vez que en Brasil ocurren más de 20.000 incendios de selva amazónica por año, constituyendo uno de los países que más CO2 lanzan a la atmósfera, razón por la cual ocupa el cuarto lugar entre los países que más dióxido de carbono produce en el mundo.
 
Por otro lado, la pérdida de biodiversidad es preocupante ya que se trata del único sistema de apoyo que tiene la humanidad para su supervivencia por constituir el único abasto capaz de proveer seguridad agroalimentaria, agua, aire limpio, recreación y belleza ecológico-ambiental en el planeta Tierra.
 
De acuerdo a muchos especialistas el aumento poblacional es la principal causa de la pérdida de biodiversidad. Cuando el número de habitantes del planeta era de 5.000 millones en 1985, el uso de recursos superaba a lo que la Tierra podía sostener en forma indefinida. Hoy la población mundial es de 7.000 millones, mucho más de lo que la Tierra puede sostener. La situación será más grave para el año 2050 ya que se estima que la población alcanzaría los 10.000 millones de personas lo cual equivaldrá a la productividad de más de 27 planetas Tierra.
 
Para sostener a los actuales 7.000 millones de personas se requiere de un drástico cambio en el uso de recursos. Actualmente, la huella ecológica promedio de cada ciudadano de Estados Unidos es de 10 hectáreas, mientras que la de un haitiano es menor a una. El planeta podría sostener a toda la humanidad si la huella promedio de cada persona fuera de dos hectáreas.
 
La única estrategia válida es incrementar significativamente el número de áreas protegidas multiplicando por cinco la actual inversión para tal fin, es decir una cantidad superior a los 35.000 dólares anuales, durante cuarenta años.

miércoles, 22 de agosto de 2012

22 de agosto, Earth Overshoot Day

El miércoles 22 de Agosto la humanidad agota su presupuesto ecológico anual para 2012 y entra en déficit ecológico según últimos datos de la Global Footprint Network y la nef (New Economics Foundation)


En menos de ocho meses hemos acabado con todos los recursos que el planeta puede proveer - y con todo el Carbono que puede absorber - de forma sostenible. Durante el resto del año viviremos a crédito del planeta y de futuras generaciones; sobreexplotando los recursos naturales y acumulando Carbono en la atmosfera.

“Vivir por encima de los limites ecológicos del planeta no es gratis. El cambio climático incrementa la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos como sequias o inundaciones. La pérdida de biodiversidad aumenta la incidencia de plagas y la inestabilidad de nuestros ecosistemas y una creciente escasez de recursos como petróleo, alimentos, metales dispara los precios y su volatilidad. Todo ello conlleva altos costes económicos y sociales que nuestra frágil economía no podrá soportar”, declara Aniol Esteban, responsable de economía ambiental de la nef.

Charly Alberti, Fundador de R21 (***), manifestó: “Vivimos en un momento donde es necesario tomar las decisiones necesarias para hacer el cambio hacia un nuevo sistema económico mundial. Bien gestionados, los recursos naturales renovables pueden ser una fuente infinita de alimentos, empleo y beneficios económicos. América latina tiene una oportunidad única de liderar el proceso hacia este tipo de economía centrada en el bienestar humano,  la justicia social y la sostenibilidad ambiental”.

Nuestra huella ecológica ha ido creciendo hasta superar la biocapacidad del planeta.


La huella ecológica de la humanidad ha ido aumentando con el tiempo. La mayor parte de este crecimiento es debido al incremento de las emisiones de Carbono globales.

Los limites ecológicos del planeta
 
La Tierra tiene una capacidad máxima de producción de bienes y servicios ambientales. Este presupuesto es el límite ecológico dentro del cual desarrollar nuestra vida y actividad económica. Superarlo supone poner en riesgo la futura provisión de bienes y servicios ambientales.

La capacidad del planeta de reciclar nutrientes y sustancias contaminantes también es limitada. Es como el cuerpo humano; puede tolerar y procesar algunos contaminantes pero si ese límite se excede, tarde o temprano la salud disminuye. Lo mismo le sucede al planeta. Un exceso de CO2 en la atmosfera causa cambio climático, acidifica los océanos e incrementa la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos como sequias e inundaciones.

El déficit en números

  • Al ritmo actual consumimos un 56% por encima de la biocapacidad del planeta.
  • Necesitamos 1.5 planetas para mantener el nivel actual.
  • El planeta necesita más de año y medio para generar los recursos que consumimos por año.

Fuente: Ecoticias

miércoles, 25 de julio de 2012

26 de julio, Día Internacional de la Defensa del Ecosistema Manglar

El 26 de Julio se celebra 26 de julio, Día Internacional de la Defensa del Ecosistema Manglar . Este valioso ecosistema natural, se encuentra seriamente amenazado por lo que en este día, distintas actividades se ha planteado alrededor del mundo por su defensa, recuperación y conservación.


El manglar es uno de los ecosistemas más importantes de las costas por su papel en el mantenimiento de la biodiversidad, retención de nutrientes, protección y estabilización de las líneas costeras, preservación de la calidad del agua, regulación del clima y prevención de la erosión, así como en el aseguramiento de la sostenibilidad de la pesca, ya que constituye una zona de desove, crianza y desarrollo de diversidad de especies.

Este ecosistema está ubicado en zonas tropicales y subtropicales del planeta; está considerado entre las cinco unidades ecológicas más productivas del mundo. Su riqueza natural constituye una fuente importante en las economías de las comunidades locales de recolectores y pescadores artesanales; poblaciones costeras de países de Africa, Asia y América Latina encuentran su fuente de sustento diario en este recurso natural, así como su referente de articulación sociocultural.

Tim Laman

En las últimas cuatro décadas se ha producido la destrucción indiscriminada de miles de hectáreas de ecosistema de manglar. Se considera que más del 50% del ecosistema del mundo ha desaparecido, siendo la causa principal la instalación de infraestructura para la producción de camarón o langostino tropical, destinado a mercados de países del norte, según datos de la FAO.

Esta destrucción trae como consecuencia la degradación ambiental de la faja costera, pero principalmente el empobrecimiento, desplazamiento y pérdida de la calidad de vida de las comunidades de usuarios ancestrales del ecosistema manglar. Los impactos sociales y ambientales provocados son muy complejos, suscitando en las poblaciones locales la pérdida de fuentes de seguridad alimentaria, ocupacional, económica y ambiental y un grave impacto a la biodiversidad costera. A esto hay que añadir la destrucción por los procesos industriales de extracción de los bienes naturales y establecimiento de monocultivos.


Ante esta situación, se han ido generando procesos de reflexión, movilización y propuestas comunitarias y ciudadanas en América, Europa, Asia y Africa, desarrollándose foros, reuniones y campañas para poner en la agenda de la opinión pública del mundo, en los gobiernos nacionales y locales y en las agencias internacionales el tema de la destrucción del ecosistema manglar y sus graves consecuencias sociales y ambientales.

Fuente: Red Manglar

lunes, 9 de julio de 2012

12 de julio, Día del Árbol en México

El día del árbol se celebra en muchos países del mundo, aunque en diferentes fechas, el primer país en festejarlo fue Suecia en 1840.

 

Por Decreto Presidencial publicado el 1 de julio de 1959 en el Diario Oficial de la Federación se instauró oficialmente en el país la celebración del Día del Árbol; se designó para ello el segundo jueves del mes de julio de cada año, durante 2012 la conmemorarción se relaizará el jueves 12 de julio. El mismo decreto instituye de manera permanente la Fiesta o Mes del Bosque, que se celebra durante todo julio.

La finalidad de estas celebraciones es recordarnos la importancia que tienen las plantas y los bosques para todos los habitantes del planeta, entre otras cosas, por los bienes y servicios ambientales que ofrecen.


Los árboles son los organismos de mayor tamaño y mayor tiempo de vida en la tierra. La altura de los árboles es un milagro de la ingeniería y una fábrica química compleja. Es capaz de tomar agua y sales de la tierra y elevarlos a las hojas, a veces, a más de 400 pies. Por medio de la fotosíntesis de las hojas que combinan el agua y sales con el dióxido de carbono del aire para producir los nutrientes que alimentan al árbol. En este proceso, así como la madera, los árboles crean muchos productos químicos, semillas y frutos de gran utilidad para el hombre. Los árboles también ayudan a la eliminación del dióxido de carbono, el principal gas invernadero, y contaminante que existe en el aire.

Los árboles son de importancia permanente para el medio ambiente. Las selvas tropicales tienen una importancia particular, a pesar de que ahora ocupan menos del 6% de la superficie de la tierra, permiten la vida de más de la mitad de las especies biológicas en el planeta.


A pesar de la deuda que tenemos con los árboles, su poder emotivo, y su importancia para otras formas de vida, el área boscosa de la tierra se está agotando cada vez más rápidamente. Esto está conduciendo a la degradación del medio ambiente y la extinción de muchas especies. Ahora hay un peligro real de que el hombre en futuro no muy lejano va a destruir una gran proporción de la población actual de las especies en la tierra, crear un ambiente inhabitable, y luego morirá por lo mismo. Si esto ocurre, no será la primera vez que una gran proporción de las especies sobre la Tierra se hayan extinguido.