lunes, 31 de octubre de 2011

Ríos limpios en México para 2030


 

Para lograr ríos limpios en todo el territorio nacional se necesitará garantizar que las aguas residuales descargadas a los cuerpos receptores cumplan con los niveles de calidad definidos en el marco jurídico aplicable, diseñar acciones que reduzcan la contaminación generada por fuentes difusas como los retornos agrícolas, y mantener los cauces libres de basura.

Con la infraestructura existente en 2010, se tratan 2.857 miles de millones de metros cúbicos anuales de aguas residuales municipales, equivalente al 43.4% de las aguas residuales colectadas, estimándose que para el año 2012 esta cobertura se ampliará a 3.973 miles de millones de metros cúbicos, el 60% de aguas residuales colectadas.

Para el año 2030, se requerirá infraestructura para dar tratamiento a 7.157 miles de millones de metros cúbicos, lo que significa cubrir una brecha de 4.3 miles de millones de metros cúbicos.
   

Esta brecha de tratamiento estará integrada principalmente por insuficiencia de capacidad instalada para el tratamiento de aguas residuales, capacidad instalada sin operar por falta de red de alcantarillado y agua residual tratada de manera ineficiente.

Las cuencas con mayores retos en este rubro son Lerma, Valle de México, Tula, Balsas, Bajo Papaloapan, Río Bravo y Península de Yucatán.

Asimismo, al año 2030 se estima que la actividad industrial generará un volumen de agua residual cercano a 2.1 miles de millones de metros cúbicos. La brecha de tratamiento será del orden de 1.8 miles de millones de metros cúbicos.

Para lograr el tratamiento a un nivel de calidad conforme a las normas y condiciones particulares de descarga de todas las aguas residuales de origen municipal e industrial, se requieren inversiones del orden de los 114 mil millones de pesos.

Por ello, para lograr ríos limpios, será necesario que las plantas de tratamiento existentes y las que se construyan en un futuro operen de manera eficiente para garantizar que sus efluentes cumplan con las normas respectivas, así como conectar las redes de alcantarillado a las plantas, construir nueva infraestructura municipal e industrial y fomentar el reúso del agua residual tratada.

 

viernes, 28 de octubre de 2011

Tratamiento de Aguas Residuales en México

En las últimas décadas la población en México ha experimentado un crecimiento considerable, incrementándose de manera importante el consumo de agua y, consecuentemente, la generación de una mayor cantidad de aguas residuales.

En México, un volumen considerable de aguas residuales es vertido sin previo tratamiento contaminando el suelo y las aguas superficiales, tanto en zonas urbanas como rurales, creando un riesgo obvio para la salud humana y el medio ambiente.
 
La preocupación por las descargas de las aguas residuales y sus efectos al medio ambiente ha dado lugar a la promulgación de leyes como la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; uno de los objetivos de esta ley es prevenir y controlar la contaminación del agua y proteger los recursos hídricos.

Consecuentemente, en nuestro país se viene trabajando de manera constante en materia de tratamiento de aguas residuales, con el apoyo, como se dijo en un principio, de diversos programas de responsabilidad de la CONAGUA.

A través de estos programas se proporciona apoyo técnico y económico a gobiernos municipales y estatales para que con los recursos financieros que ellos también aporten se construyan plantas de tratamiento de aguas residuales y se encarguen de su operación.

Con la construcción y operación de un mayor número de plantas de tratamiento se generará un mayor volumen de agua tratada que se podrá destinar a sectores como el agrícola e industrial, liberándose importantes volúmenes de agua de primer uso en beneficio de los habitantes del país.
 
Por medio del tratamiento de las aguas residuales también se persigue reducir la incidencia de enfermedades de origen hídrico al contribuir a crear y fortalecer un medio armónico de convivencia entre la población y la naturaleza.

Los beneficios de contar con agua de calidad son innumerables, por esta razón, el estado mexicano ha creado un marco jurídico que se encarga de regular las descargas de aguas residuales a los cuerpos receptores a través de las siguientes normas:

  • Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-1996, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en aguas y bienes nacionales. Publicada el 6 de enero de 1997. 
  • Norma Oficial Mexicana NOM-002-SEMARNAT-1996, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal. Publicada el 3 de junio de 1998.
  • Norma Oficial Mexicana NOM-003-SEMARNAT-1997, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes para las aguas residuales tratadas que se reusen en servicios al público. Publicada el 21 de septiembre de 1998. 
  • Norma Oficial Mexicana NOM-004-SEMARNAT-2001, que establece las especificaciones y límites máximos permisibles de contaminantes en lodos y biosólidos para su aprovechamiento y disposición final. Publicada el 15 de agosto de 2003.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Agua y Ciudades: hechos y cifras


Hechos:
  • La mitad de la humanidad vive en ciudades y, dentro de dos décadas, casi el 60% de la población mundial -5.000 millones de personas, vivirá en zonas urbanas.
  • El crecimiento urbano es más rápido en el mundo en desarrollo, donde las ciudades ganan un promedio de 5 millones de habitantes cada mes. 
  • El crecimiento explosivo de la población urbana plantea unos retos sin precedentes entre los cuales, la falta de suministro de agua y saneamiento son los más apremiantes y lesivos. 
  • La relación entre el agua y las ciudades es crucial. Las ciudades requieren un enorme suministro de agua dulce y, a su vez, tienen un gran impacto sobre el agua dulce.
  • Las ciudades no pueden considerarse sostenibles si no garantizan un acceso seguro al agua potable y un saneamiento adecuado.
Hacer frente a las crecientes necesidades de servicios de agua y saneamiento en las ciudades es uno de los temas más acuciantes de este siglo. Una gestión sustentable, eficiente y equitativa del agua en las ciudades  nunca ha sido tan importante como lo es en el mundo de hoy.

Cifras:
  • Cada segundo, la población urbana aumenta en 2 personas.
  • El 95% de la expansión urbana en las próximas décadas tendrá lugar en el mundo en desarrollo.
  • En África y Asia, la población urbana se duplicará entre 2000 y 2030.
  • Entre 1998 y 2008,  1.052 millones  de habitantes urbanos obtuvieron acceso a agua potable y 813 millones a un saneamiento mejorado. Sin embargo, la población urbana en ese período creció en 1.089 millones de personas, lo que ha socavado el progreso.
  • Uno de cada cuatro ciudadanos urbanos, 789 millones en total, vive sin acceso a unas instalaciones mejoradas de saneamiento.
  • 497 millones de personas en las ciudades dependen de un saneamiento compartido. En 1990, esta cifra era de 249 millones.
  • El 27% de los habitantes de las ciudades de países en desarrollo no tienen acceso a agua corriente en casa.
Retos:
Pobreza
  • 828 millones de personas viven en barrios pobres o asentamientos informales que se encuentran  dispersos alrededor de las ciudades del mundo; el mayor reto es proporcionar a estas personas suficiente agua y saneamiento.
  • Los pobres pagan hasta  50 veces más por un litro de agua que sus vecinos más ricos ya que, a menudo, tienen que comprar agua a vendedores privados.
 
Sobreexplotación
  • Debido a la rápida urbanización, las ciudades se enfrentan a una creciente demanda de servicios de agua y saneamiento. Para satisfacer esta demanda, las ciudades van más profundo y más lejos, lo que conduce a la sobreexplotación de los recursos hídricos.
 
Contaminación
  • La contaminación se refiere normalmente a los productos químicos u otras sustancias en concentraciones superiores a las que se encontrarían en condiciones naturales.
  • Cada día, 2 millones de toneladas de desperdicios se eliminan a través de los cursos de agua.
  • En muchas ciudades, sobre todo en el mundo en desarrollo, la falta de un adecuado tratamiento de las aguas residuales y de instalaciones de drenaje llevan a la contaminación de los recursos hídricos subterráneos y superficiales.
 
Salud
  • La falta de un adecuado saneamiento y de abastecimiento de agua potable en las ciudades da lugar a graves problemas de salud.
  • Unas instalaciones no adecuadas de saneamiento  provocan a menudo la contaminación del agua potable.
  • Después de las tormentas, las aguas pluviales lavan los desperdicios, principalmente en los asentamientos informales carentes de servicios mínimos, arrastrándolos hacia las fuentes de agua potable de los más pobres.
  • Un abastecimiento contaminado trae como consecuencia epidemias de cólera, enfermedades fecal-orales como la diarrea y brotes de malaria.
  • Mientras que la malaria se consideraba a menudo una enfermedad rural, es ahora una de las principales causas de enfermedad y muerte en muchas áreas urbanas.
 
Fugas:
  • Una tasa de fugas del 50% es frecuente en los sistemas de distribución urbanos.
  • De 250 a 500 millones de m³ de agua potable se pierden en muchas mega ciudades cada año.
  • Evitar estas pérdidas podría abastecer de agua potable a entre  10 y 20 millones de personas más en cada gran ciudad.
Fuente:  Programa de ONU-Agua para la Promoción y la Comunicación en el marco del Decenio, "Agua y Ciudades: hechos y cifras", Materiales de Campaña para el Día Mundial del Agua 2011.

Ética del ser y el tiempo de la sustentabilidad

Para cerrar con los post del tema de sustentabilidad les dejo un extracto del Manifiesto por la Vida: por una Ética para la Sustentabilidad:

La ética de la sustentabilidad es una ética del ser y del tiempo. Es el reconocimiento de los tiempos diferenciados de los procesos naturales, económicos, políticos, sociales y culturales: del tiempo de la vida y de los ciclos ecológicos, del tiempo que se incorpora al ser de las cosas y el tiempo que encarna en la vida de los seres humanos; del tiempo que marca los ritmos de la historia natural y la historia social; del tiempo que  forja procesos, acuña identidades y desencadena tendencias; del encuentro de los tiempos culturales diferenciados de diversos actores sociales para generar consultas, consensos y  decisiones dentro de sus propios códigos de ética, de sus usos y costumbres. 
 

La vida de una especie, de la humanidad y de las culturas no concluye en una generación. La vida individual es transitoria, pero la aventura del sistema vivo y de las identidades colectivas trasciende en el  tiempo. El valor fundamental de todo ser vivo es la perpetuación de la vida. El mayor valor de la cultura es su apertura hacia la diversidad cultural. La construcción de la sustentabilidad está suspendida en el tiempo, en una ética transgeneracional. El futuro sustentable sólo será posible en un mundo en el que la naturaleza y la cultura continúen coevolucionando.
 

La ética de la sustentabilidad coloca a la vida por encima del interés económico-político o práctico instrumental. La sustentabilidad sólo será posible si regeneramos el deseo de vida que sostiene los sentidos de la existencia humana. La ética de la sustentabilidad es una ética para la renovación permanente de la vida,  donde todo nace, crece, enferma, muere y renace. La preservación del ciclo permanente de la vida implica saber manejar el tiempo para que la tierra se renueve y la vida florezca en todas sus formas conviviendo en armonía en los mundos de vida de las personas y las culturas.
 

La ética de la sustentabilidad se nutre del ser cultural de los pueblos, de sus formas de saber, del arraigo  de sus saberes en sus identidades y de la circulación de saberes en el tiempo. Estos  legados culturales son los que hoy abren la historia y permiten la emergencia de lo nuevo a través  del diálogo intercultural y transgeneracional de saberes, fertilizando los caminos hacia un futuro sustentable.
 

Fuente: http://www.pnuma.org/educamb/documentos/Manifiesto.pdf