Biocombustibles ante la crisis de los combustibles fósiles

Desde hace más de 40 años se ha hecho evidente que el ritmo de crecimiento de la población mundial y la demanda de productos que se están consumiendo demandan a su vez más energía, por otro lado la globalización y el comercio internacional pone al alcance de todos productos que pueden viajar miles de kilómetros.

El desplazamiento de productos y de nosotros mismos dentro de las ciudades y de una ciudad a otra demanda combustibles para los diversos medios de transporte que utilizamos, las distancias se vuelven tan grandes que en ocasiones es complicado poder tomar como una opción un transporte alternativo como la bicicleta o caminar. 

La mayoría de los medios de transporte que utilizamos hoy necesitan de combustible para poder moverse, entre gasolina, diesel, gas carburante y hasta turbosina, especial para los aviones, el problema es que todos estos son derivados de combustibles fósiles, es decir, de fuente no renovables de energía. 

Sin embargo desde hace algunos años se ha comenzado a producir combustibles a través de fuentes renovables de energía que nos permitan disminuir el impacto ambiental y tener un aprovechamiento responsable de las fuentes energéticas que existen en el planeta. 

Los biocombustibles provienen de la biomasa: materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía. Para la obtención de los biocombustibles se pueden utilizar especies de uso agrícola tales como el maíz o la caña de azúcar, o plantas oleaginosas como el girasol, la higuerilla o la jatropha. También se pueden emplear especies forestales como el eucalipto y los pinos.

Al utilizar estos materiales se reduce el CO2 que es enviado a la atmosfera terrestre ya que estos materiales van absorbiendo el CO2 a medida que se van desarrollando, mientras que emiten una cantidad similar que los combustibles convencionales en el momento de la combustión.

Espeleología

La espeleología es, etimológicamente, el estudio de las cavernas, y está considerada como un deporte que al mismo tiempo es ciencia porque combina los elementos deportivos con los científicos en diferente áreas.

La espeleología es quizá una de las actividades del montañísmo donde realmente se encuentra lo desconocido. México tienen todavía cientos o miles de cavernas por descubrir y explorar, por eso nuestro país es considerado como el Himalaya epeloeológico, tanto en cantidad como en magnitud.

El espeleólogo se adentra en cavernas de cientos de metros por un tiempo que parece no correr porque con la ausencia de luz natural el reloj biológico se altera. Así, uno puede descubrir al ver el reloj que han pasado muchas horas una vez que nos hemos adentrado a las venas de la Tierra.

La gran mayoría de las cavernas han sido formadas en terreno kársico, compuesto de roca caliza (formada por carbonato da calcio), que es impermeable al agua, pero soluble en ella. De esta forma el agua de lluvia se puede escurrir sobre las rocas hasta que aparecen canales, estos canales son el resultado de la erosión del agua sobre este tipo de rocas.

Se puede distinguir básicamente dos tipos de cavernas:

• Horizonatales. Son las cavernas que ha sido formadas por una corriente de agua. El acceso a ellas se realiza a pie o con algunos implementos básicos, como un compartimiento hermético para cuando se recorres cavernas con ríos subterráneos.
• Verticales. En este tipo de cavernas, el avance se realiza con cuerdas. Cada vez que se baja por cuerda se habla de un tiro, como si fuera un tiro de mina, el ascenso también debe realizarse utilizando cuerdas. Este tipo de cavernas son las más buscadas por los espeleólogos porque presentan mayores dificultades técnicas y las mayores profundidades del mundo, que sobrepasan los mil metros.
• Además las cavernas pueden ser secas "caverna fósil", húmedas "caverna activa" e incluso inundadas en cuyo caso se puede practicar espeleobuceo, que es la combinación de las técnicas de la espeleología con la de buceo.

 

Fuente: Espeleología

Permacultura por amor a la Tierra

La permacultura es un sistema de diseño integral que sirve para implementar asentamientos humanos productivos, sustentables y estéticos que respetan la naturaleza.

Como  ciencia la permacultura estudia las relaciones y patrones que operan en la naturaleza. Muestra las conexiones entre el agua, el viento, el Sol, la energía, la tierra, las plantas y los animales para integrar diseños donde el hombre y sus actividades son centrales.

La permacultura está basada en la observación de los sistemas naturales, la interrelación, geodiversidad, biodiversidad, patrones que rigen los ecosistemas, la sabiduría contenida en los sistemas tradicionales de las granjas, y el conocimiento científico integrando el uso apropiado de la tecnología moderna y adecuada. 

La permacultura como movimiento persigue principios o fundamentos que son:

• Cuidado de la tierra: Conservación del suelo, los bosques y el agua. Reconstruir el capital natural.
• Cuidado de las personas: Ocuparse de sí mismo, de los familiares, los seres queridos y de la comunidad.
• Compartir con equidad: Celebrar la abundancia de la naturaleza y aceptar sus limitaciones. Establecer límites al consumo y a la producción.

Por otro lado la permacultura suele representarse en una flor que nos da a conocer los siete dominios de la acción permacultural:

 

Fuente: permacultura.org.mx y granjatequio.org.mx