Esta semana continuaremos dando a conocer las "Escuelas Virtuales de Consumo" y en este blog hablaremos sobre la escuela de "Biodiversidad y Consumo", con esta herramienta podrémos conocer la relación que existe entre nuestra dieta y la conservación de los ecosistemas.
La dieta que llevamos las personas que habitamos en las ciudades genera un sinnúmero de actividades para la gente que vive en el campo, la principal es que determinan el tipo de cultivos que en algunas ocasiones presionan la calidad de los ecosistemas terrestres y marinos. Es así que nuestros hábitos de consumo desempeñan un rol fundamental en la preservación o explotación de la riqueza biológica que existe, no sólo en México, sino en el mundo. "Nosotros como consumidores podemos proteger los ecosistemas apoyando formas de producción sustentable en la tierra y en el mar".
¿Qué tienen los supermercados?
Cuando vamos al supermercado a hacer nuestras compras nos encontramos expuestos a una serie de estrategias mercadológicas que afecta directa o indirectamente nuestras decisiones al momento de consumir un producto. Al estar inmersos en la comodidad y rapidez de consumir, nos olvidamos del medio ambiente, de la responsabilidad social, de la ética y de la justicia.
Quien de nosotros se pone a pensar en las personas que trabajan para producir un bien, sean jornaleros, agricultores, ganaderos, pescadores u obreros, o por ejemplo quien piensa en el gasto de agua, energía y el uso de recursos naturales necesarios para generar un producto. La realidad es que pocas veces lo hacemos y mucho menos leemos la etiqueta de los productos que subimos al carrito.
Los supermercados son un modelo productivo que induce a uniformizar y estandarizar la industria alimentaria, a promover los cultivos industriales y a abandonar el cultivo y producción de variedades criollas, es decir de aquellos productos autóctonos y tradicionales que enriquecen la biodiversidad de un ecosistema en específico.
Difícilmente la grandes cadenas de supermercados apoyan a los productores locales, por el contrario el modelo de negocio no se adapta a los cultivos o costumbres de los habitantes de cada región, eso lo podemos observar fácilmente cuando visitamos un supermercado, aunque estén en diferentes estados de nuestro país, siempre podemos encontrar los mismos productos.
Consumo Responsable
Ser un consumidor responsable es ser alguien que reflexiona sobre los impactos positivos o negativos que genera sus actos de compra de un producto o servicio. Si nos informamos sobre los productos que compramos, podemos hacer una compra selectiva para preferir y apoyar aquellas formas de producción y comercialización, con las cuales estamos de acuerdo.
Un consumidor responsable siempre tienen muy presente, a la hora de pagar, que cada peso se verá reflejado en el desarrollo humano y calidad de vida de las comunidades, así como de la conservación del entorno natural:
- Comercio Justo: Este es un sistema de relaciones comerciales basado en la justicia, la solidaridad y la sustentabilidad. Esta relación justa, parte de la asociación comercial, directa y de largo plazo, entre pequeños productores y consumidores.
- Agricultura Orgánica: Se llama agricultura orgánica a los sistemas de cultivo cuyos producto se obtienen a partir de un sistema de producción sustentable y sin la utilización de agroquímicos (fertilizantes y plaguicidas) u otras de efecto tóxico real o potencial para la salud humana y el medio ambiente.
- Dietas de temporada: Los hábitos alimentarios que promueve la globalización no ayudan a la conservación de la biodiversidad, por el contrario, costumbres como querer encontrar una fruta o una producto que no es de temporada, motivan a la expansión de los monocultivos y la explotación del suelo.
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