Las áreas naturales protegidas son aquellas zonas dentro del territorio nacional que debido a su grado de conservación o necesidad de preservación y restauración se determinan como áreas de protección.
Son ya muy pocos los espacios naturales que no se ha visto afectado de forma directa o indirecta por las actividades humanas, desde hace miles de años el ser humano ha venido modificando su entorno con el objetivo de hacerlo más cómodo de convertirlo en su hogar.
Todas las especies tienen un impacto sobre los ecosistemas, sin embargo es evidente que el ser humano es la especie que más cambios genera. A pesar de esto cada cultura ha intervenido en la naturaleza a través de sus cosmovisiones, siendo algunas culturas más destructivas que otras.
Ante este panorama podemos darnos cuenta que en la Tierra aún existen espacios que debido al manejo de sus recursos naturales se han mantenido con un alto grado de conservación, y otros que pos su importancia ecosistémica debemos preservar y restaurar.
Cada país tiene jurisdicción sobre su territorio, bajo este marco es el Estado (gobierno) el responsable de decretar zonas específicas como áreas de protección, algunos de los objetivos principales son: la protección de ambientes naturales, salvaguardar la biodiversidad, el aprovechamiento sustentable de recursos y mantener la calidad de vida de las personas que habitan en estas áreas.
En el mundo existen más de 161,000 áreas protegidas que representa aproximadamente el 13% de la superficie terrestre, en contraste sólo 1.17% de los océanos se encuentra bajo algún carater de protección.
Las áreas protegidas son esenciales para conservación de la biodiversidad, son la piedra angular de casi todas las estrategias de conservación a nivel nacional e internacional. Son áreas destinadas a mantener el funcionamiento de los ecosistemas naturales, garantizando el hábitat y refugio para diversas especies.
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